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Sequia en Estado Unidos, problemas para muchos y oportunidades para pocos

De acuerdo a la información suministrada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura “FAO”, en el mes de julio las subas promedio de los alimentos registradas en el mundo están en el orden del 6%.

 

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 Mucho se viene hablando de la tremenda sequía que azota gran parte del territorio de los Estados Unidos; no es para menos, las connotaciones que tendrá el fenómeno influirán de distinta manera, según de la región del planeta que se trate, pero lo cierto es que sus efectos no serán neutros para ningún país del mundo.

Tal como se presenta el panorama, los estados que integran el MERCOSUR serán los mas favorecidos por el infortunio norteamericano; la excepcional alza operada en las cotizaciones de cereales y oleaginosas, es la prueba más elocuente de ello. Al respecto, cabe señalar que los mercados internacionales tienen depositadas sus grandes esperanzas en estos lares. Los pronósticos del “niño” alientan tal expectativa, y ello se verifica en las estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos “USDA”, las que vaticinan una siembra de soja de 50.000.000 hectáreas entre los miembros del Mercado Regional del Sur.

En su último informe, el USDA calcula que Brasil pasará a ser el principal productor mundial de soja con un récord de 81.000.000 de TT; relegando por primera vez a Estados Unidos al segundo lugar, con lo que suponen una cosecha de 73.260.000 TT, inferior en un 13% a la campaña pasada, aún con un área superior cultivada; Argentina seguirá manteniendo la tercera posición, pero según el citado documento con una producción esperable de 55.000.000 de TT; Paraguay ocuparía el sexto peldaño con 8.100.000 TT, en tanto Bolivia alcanzaría 3.500.000 TT y, si bien no anticipan la zafra uruguaya (forma parte De Resto del Mundo) , también se espera un marcado incremento. Para entender bien la gravitación del MERCOSUR ampliado en soja para el ciclo 2012/2013, esta región estaría concentrando el 57% de la producción mundial.

La dura contingencia en cambio repercutirá negativamente en México y los países centroamericanos importadores de soja y maíz. Normalmente el Caribe es abastecido por Estados Unidos, pero en la ocasión no solo tendrán que cambiar de proveedor, sino que sus costos se verán fuertemente incrementados. Como referencia cabe acotar que desde junio a la fecha, en el mundo se han registrado incrementos promedio superior al 30% en trigo, maíz y soja.

De acuerdo a la información suministrada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura “FAO”, en el mes de julio las subas promedio de los alimentos registradas en el mundo están en el orden del 6%. Las implicancias directas son más que elocuentes; para la organización se encienden las alarmas en torno a una posible reproducción de la crisis alimentaria ocurrida entre 2007 y 2008.

Para interpretar la magnitud de la sequía de EE.UU. corresponde indicar que es la más severa de los últimos 50 años, poniendo en jaque al 75% de la superficie cultivada de soja y maíz, resultando en este cereal mayor aún el grado de afectación. En cuanto al peso que tiene en la agricultura el gran país del norte, se puede decir que en la campaña 2011/2012 aportaron el 37% de la producción mundial de maíz y el 32% de soja.

La falta de precipitaciones importantes en el centro y el sur norteamericano se está prolongando en demasía, por lo tanto hay daños que ya son irremediables; las informaciones dan cuenta como prevalecen hojas secas y tallos escuálidos en vastas extensiones de sembrados. Las zonas más críticas coinciden en varios casos con el poderoso cinturón maicero, tales como los Estados de Indiana e Illinois.

Como queda dicho, la gran preocupación impera en los países importadores de alimentos, la suba en los granos se movió al compás del agravamiento de la situación; tal contexto está complicando también a los productores de carnes en general y, de cerdos y pollos en particular. En las últimas semanas hubo expresiones contundentes de entidades gremiales europeas, sobre todo en España, donde dan cuenta que con esta relación de precios su actividades no son rentables.

Coincidentemente con estas apreciaciones, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos presume que los precios de la carne bovina subirán este año entre un 4 y 5%, agregando que algo parecido sucederá con las de cerdo, pollo, leche y huevos.

Como todo está relacionado, la sequía estadounidense también altera la ecuación en los biocombustibles. Días pasados José Graziano da Silva, director general de la FAO, exhortó a Estados Unidos a suspender su producción de etanol a base de maíz para evitar una crisis alimentaria mundial; en tal sentido pretende “Una suspensión inmediata y temporal de la legislación estadounidense”, la que determina cuotas de las cosechas de maíz a la producción del biocarburante, argumentando: “daría cierto alivio al mercado y permitiría destinar más granos a la alimentación humana y animal”.

Aquí también resulta oportuno detenerse para considerar de que está hablando el titular de la FAO, para cumplimentar con sus programas de política energética Estados Unidos debería destinar a etanol 125.000.000 de toneladas de maíz, vale decir el 40% de la producción propia o, dicho de otra manera más de 6 veces la última cosecha argentina.

Para los técnicos de la FAO, dicha medida podría aplicarse sin causar mayores inconvenientes en la provisión de biocombustibles en esta campaña, según su apreciación las fábricas del rubro cuentan con excedentes que justamente actúan como reaseguro para situaciones de emergencia como ésta. El Gobierno de los Estados Unidos aún no se ha pronunciado al respecto, no obstante la industria de ese país no coincide con la existencia de reservas de tal cuantía.

Por otra parte, las asociaciones de ganaderos coinciden en reclamar la cancelación temporaria o, o al menos la reducción, sobre los alcances de la ley que obliga a destinar determinado volumen de la producción maicera a biocombustibles, conscientes de la presión que esto ejerce sobre los precios del insumo vital para engordar sus ganados.

Como se puede apreciar la situación es delicada y las complicaciones surgen por doquier. Más allá de las cuantiosas pérdidas para los agricultores, la sequía de Estados Unidos generará problemas para muchos y oportunidades para pocos.

 

Por:
Aldo Norberto Bonaveri
Twitter: @AldoBonaveri
@PregonAgro

Fuente:
pregonagropecuario.com

 

Fecha de publicación: 23/08/2012    |    129 lecturas

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